Despertarse debería ser un momento tranquilo… pero para muchos niños pequeños, no lo es. Algunos se despiertan llorando, gritando, aferrándose a los adultos o negándose a volver a jugar. Esto puede ocurrir después del sueño nocturno o después de la siesta, especialmente en programas de cuidado infantil.
Si eres educador, cuidador o #padre, estos despertares intensos pueden resultar confusos o preocupantes. Pero aquí está la buena noticia:
Sí, es muy normal que los niños pequeños lloren o griten al despertarse.
Y aún mejor: hay razones claras para este comportamiento y estrategias simples que ayudan a los niños a despertarse más tranquilos y regulados.
Este artículo explica por qué ocurren estos despertares, qué señales observar y cómo los adultos pueden apoyar a los niños durante la transición del sueño a la vigilia.
Llorar al despertar es extremadamente común en la primera infancia. Los niños pequeños todavía están aprendiendo a regular sus emociones, comprender sensaciones físicas y adaptarse a las transiciones.
Aquí están las razones más comunes:
La inercia del sueño es la sensación de irritabilidad o desorientación que muchos adultos también sienten al despertar de forma abrupta.
En los niños puede verse como:
Llanto
Gritos
Apegamiento excesivo
Confusión
Resistencia a abrir los ojos
Cuerpo flácido o sin energía
Su cerebro aún no tiene la madurez para “activarse” rápidamente.
Si un niño se despierta durante el sueño profundo en lugar de sueño ligero, la transición puede ser incómoda.
Esto puede ocurrir cuando:
Hay ruido en el #aula
Se les despierta abruptamente
Se encienden las luces
Otros niños se despiertan primero
Las siestas tienen duraciones muy variables
El cuerpo necesita tiempo para ajustarse.
Los niños pequeños tienen metabolismos rápidos.
Después de dormir—even por poco tiempo—pueden despertarse sintiéndose:
Hambrientos
Sedientos
Incómodos
Estas sensaciones físicas fácilmente desencadenan llanto.
Un aula ruidosa o muy activa puede abrumar a un niño recién despertado.
Desencadenantes comunes:
Voces fuertes
Transiciones rápidas
Luces brillantes
Muchos niños hablando o moviéndose
La sobrestimulación puede resultar aterradora.
Pasar del sueño a la vigilia requiere ajuste emocional y físico.
Muchos niños tienen dificultades con:
Salir de un espacio cálido y cómodo
Mover su cuerpo de inmediato
Cambiar de actividad rápido
Entender qué sucede después
Esto es completamente normal para su etapa #de- #desarrollo.
Algunos niños se despiertan necesitando conexión.
Esto puede verse como:
Querer ser cargados
Llorar hasta recibir consuelo
Buscar a un adulto específico
Necesitar un “despertar lento”
Es su forma de pedir seguridad.
Los niños #expresan malestar físico a través del llanto.
Causas comunes:
Dentición
Posiciones incómodas al dormir
Pañales húmedos
Calor o frío
Todavía no pueden comunicar estas sensaciones con palabras.
Aparece con regularidad después de la siesta
Se detiene en pocos minutos
Mejora con consuelo o rutinas
Es predecible y temporal
Dura mucho tiempo
Parece relacionado con dolor
Comienza de manera repentina sin patrón
Viene acompañado de otros síntomas
Muestra angustia intensa
Si hay duda, lo ideal es observar patrones y comunicarte con las familias.
Los niños pequeños necesitan consuelo, previsibilidad y transiciones suaves.
Evita apresurarlos. Ofréceles:
Luces tenues
Voces suaves
Un rincón tranquilo
Una manta que los consuele
Pueden necesitar contacto para regularse.
Prueba:
Cargarlos
Mecedlos suavemente
Sentarte a su lado
Darles un masaje en la espalda
Reduce la estimulación:
Baja el volumen
Evita luces brillantes
Limita la actividad cerca
Usa música suave
Si las políticas del centro lo permiten, un pequeño refrigerio puede calmar emociones relacionadas con hambre o sed.
Actividades recomendadas:
Libros ilustrados
Botellas sensoriales
Peluches
Colorear
Juguetes tranquilos
No fuerces al niño a integrarse inmediatamente al grupo.
Dale tiempo para observar y adaptarse.
Ellas pueden aportar información sobre:
Rutinas de sueño en casa
Calidad del sueño nocturno
Objetos de consuelo
Triggers emocionales
Colaborar crea consistencia.
Es útil comunicarse cuando:
El niño muestra angustia inusual
El llanto dura más de lo habitual
Hay un cambio repentino
Sospechas malestar físico
Hazlo con empatía y sin culpas.
Un curso valioso para crear rutinas consistentes, apoyar la regulación emocional y comprender las necesidades del desarrollo.
Enlace: https://www.childcareed.com/courses- #cda-infants- #toddlers-importance-of-consistent-care.html
Un recurso creativo y calmante que puede usarse como actividad tranquila después de la siesta.
Enlace: https://www.childcareed.com/r-00351-coloring-book-zine.html
Una perspectiva poderosa para comprender el “por qué” detrás del comportamiento infantil.
Enlace: https://www.childcareed.com/a/what-if-every-challenging-behavior-was-actually-a-learning-opportunity.html
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