Los niños aprenden en todas partes: en la escuela, en la comunidad y especialmente en el #hogar. Las familias son los primeros #maestros de los niños, lo que significa que los comportamientos que los niños llevan al #aula a menudo reflejan su entorno familiar, sus rutinas, expectativas y relaciones. Aunque muchos comportamientos aprendidos en casa son positivos, algunos pueden no ajustarse bien a un entorno de cuidado grupal. Cuando eso ocurre, los #educadores enfrentan un desafío delicado:
¿Cómo hablar con los #padres sobre comportamientos que su hijo aprendió en casa sin causar conflicto, culpas o sentimientos heridos?
Estas conversaciones requieren #empatía, profesionalismo, #conciencia cultural y una comunicación clara. Las familias pueden no darse cuenta de que su hijo está imitando #lenguaje, rutinas, hábitos o reacciones que ha visto en casa. Y aunque lo sepan, pueden sentirse avergonzadas o a la defensiva cuando se aborda el tema.
Este artículo te ayudará a navegar estas conversaciones delicadas con confianza y respeto, mientras mantienes asociaciones sólidas con las familias y apoyas el #crecimiento socioemocional del niño.
Antes de comunicarnos con las familias, es importante entender cómo y por qué surgen estos comportamientos.
Los niños pueden imitar comportamientos aprendidos en casa porque:
Los ven modelados por adultos o hermanos.
Los niños absorben todo—con frecuencia copian el tono de voz, las respuestas emocionales o frases que escuchan en casa.
Se sienten lo suficientemente #seguros en la escuela como para #expresarse.
Un entorno estable en el #aula puede sacar a la luz comportamientos que los niños han estado guardando.
No han aprendido la diferencia entre las expectativas del hogar y la escuela.
Lo que es aceptable en casa (subirse a los muebles, exigir atención, ciertas palabras) puede no ser adecuado en el cuidado infantil.
Buscan conexión.
Imitar comportamientos del hogar puede ayudarles a sentirse más cerca de su familia.
Comprender estas razones ayuda a los educadores a evitar juicios y avanzar hacia la colaboración en lugar de la culpa.
Hablar sobre comportamientos aprendidos en casa puede hacer que los padres se sientan:
A la defensiva (“¿Estás diciendo que nosotros les enseñamos esto?”)
Avergonzados (“Estamos haciendo lo mejor que podemos, no nos dimos cuenta…”)
No apoyados (“¿Estás juzgando nuestra crianza?”)
Preocupados (“¿Mi hijo se porta peor que los demás?”)
Por esta razón, tu tono, lenguaje corporal y elección de palabras importan tanto como el mensaje en sí.
Acércate con empatía y curiosidad, no con crítica.
Antes de hablar con los padres, tómate el tiempo para prepararte cuidadosamente.
Documenta:
Cuándo ocurre
Con qué frecuencia
Posibles desencadenantes
Cómo responde el niño cuando se le redirige
Cómo afecta a los compañeros
Evita sacar conclusiones hasta que tengas un patrón claro.
Cíñete a hechos observables:
“El niño golpeó a otro niño con la mano abierta durante la limpieza.”
No: “El niño estaba siendo agresivo.”
“El niño usó una frase que molestó a otro niño.”
No: “El niño dijo cosas inapropiadas.”
Las familias pueden tener diferentes expectativas respecto a:
El lenguaje
La expresión emocional
La disciplina
Las interacciones sociales
La independencia
Comprender estas diferencias te ayudará a hablar con respeto y a evitar suposiciones.
Los padres se sentirán más apoyados si ofreces:
Estrategias que estás usando en el aula
Comportamientos alternativos que estás enseñando
Formas en que pueden reforzar habilidades en casa
Tu objetivo es la colaboración, no la corrección.
La manera en que inicies la conversación marcará la diferencia.
“Me gustaría hablar contigo sobre algo que he notado para que podamos apoyar juntos a [nombre del niño].”
“Quería saber si estás viendo este comportamiento en casa también.”
“He observado algo nuevo en el aula y me encantaría conocer tu perspectiva.”
“¿Podemos conversar sobre cómo trabajar juntos para ayudar a [nombre] con algunas habilidades sociales nuevas?”
Estas aperturas muestran a las familias que valoras su colaboración.
Tu lenguaje debe centrarse en el niño, no en el ambiente del hogar.
“[Nombre] ha estado usando palabras fuertes con los compañeros cuando se frustra.”
“He notado que [nombre] se molesta rápidamente cuando no obtiene lo que quiere.”
“[Nombre] repite ciertas frases cuando interactúa con sus compañeros.”
“A veces, [nombre] utiliza reacciones físicas para comunicar sus necesidades.”
“Creo que lo aprendió en casa.”
“Este comportamiento viene de cómo hacen las cosas en casa.”
“Deberían dejar de hacer esto en casa.”
En su lugar, enfócate en soluciones y apoyo.
Las familias a menudo aportan información importante:
“Sí, también lo hace en casa.”
“No sabíamos que decía eso en la escuela.”
“Nosotros también estamos trabajando en ese comportamiento.”
“Ese comportamiento viene del hermano mayor.”
Puedes descubrir causas como:
estrés reciente
cambios en las rutinas
necesidades emocionales
nuevas personas en la casa
exposición a lenguaje o medios
Escuchar construye confianza y respeto.
El apoyo conductual más efectivo ocurre cuando escuela y hogar trabajan como un equipo.
Expectativas de comportamiento compartidas
Lenguaje y frases comunes
Habilidades alternativas (“En lugar de golpear, puedes decir ‘Por favor, para’”)
Apoyos visuales
Estrategias de refuerzo positivo
Reuniones de seguimiento regulares
Cuando los niños escuchan el mismo mensaje en ambos entornos, mejoran más rápido.
Los padres pueden sentirse desanimados—o incluso culpables—después de escuchar sobre un comportamiento. Termina la conversación con tranquilidad y esperanza.
“Están haciendo un gran trabajo, y estamos aquí para apoyarlos.”
“Todos los niños aprenden comportamientos de muchos lugares. Lo importante es cómo trabajamos juntos ahora.”
“Creemos que [nombre] puede aprender estas habilidades con consistencia en ambos lados.”
A las familias les reconforta tu respeto y apoyo.
Aprende estrategias prácticas para comprender y responder a los comportamientos infantiles de manera positiva y efectiva.
Enlace: https://www.childcareed.com/courses-going-head-to-head-with-challenging-behavior.html
Un recurso valioso para ayudar a los educadores a abordar conversaciones difíciles con empatía y confianza.
Enlace: https://childcareed.com/r-00162-engaging-with-families-about-sensitive-topics-mixed-ages.html
Descubre cómo replantear los comportamientos puede transformar tu enfoque de la orientación.
Enlace: https://www.childcareed.com/a/what-if-every-challenging-behavior-was-actually-a-learning-opportunity.html
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